domingo, 10 de abril de 2011

Juventud sin futuro

La generación mejor (y más) formada de la Historia de España, vivirá peor que sus padres. Eso a día de hoy, es una verdad absoluta e innegable. Podría parar aquí, porque con esa verdad valdría, que no necesita añadidos, pero hay más. Una crisis provocada por un grupo reducido de personas, economistas, banqueros, inversores... que con sus acciones y objetivos de enriquecimiento propio demuestran su falta de principios y a los que además, no hemos elegido. No los hemos elegido y nos gobiernan. Nos enfrentamos a un poder económico global. Nuestras viejas democracias y sistemas políticos -partidos, sindicatos, organizaciones- actúan a nivel local, nacional. No pueden luchar contra la crisis global, contra los dueños del mundo. ¿O sí?

Esta generación, la mejor formada, se resiste en su mayoría a que la asfixien, a que las soluciones a este crisis global pasen por medidas neoliberales, que los criminales de la crisis mundial queden impunes, y esta generación, la mejor formada, vea ante sus ojos desaparecer su futuro. Los dueños de Wall Street, y del mundo, han ganado individualmente millones de dólares, promoviendo la no regulación de las inversiones, avalados por un poder político que se resigna ante la avaricia -propia y ajena- y ocupa una posición de laissez faire. Los bancos y aseguradoras que provocan la crisis son tan grandes, que su tamaño les asegura el rescate en caso de quiebra, como hemos visto desde que el sistema económico mundial se fuera a pique en octubre de 2008. Y esos rescates, los millones de dólares de esos rescates son, cómo no, dinero público.

Si a estos problemas de dimensión, de diferencias en el poder, les sumamos que incluso los gobiernos socialistas -como el nuestro, supuestamente- pasan por el aro de hacer pagar a sus sociedades la crisis de la que no son responsables, qué nos queda. Si además, la juventud está perdida, se ha acostumbrado a sufrir y aguanta muy bien, asume que el futuro es negro porque desde que nacimos nos han dicho que lo tendremos difícil, que no bastará con ser muy buenos, que tendremos que ser los mejores. Y aquí estamos, la generación mejor formada de la Historia -y me atrevería a decir del mundo, pero dejémoslo en España- a la que no le queda nada.

Pues nos queda la indignación. Y lo mejor, lo que viene después de la indignación. La insurrección pacífica. No vamos a pagar esta crisis, no vamos a retroceder en un Estado de Bienestar que ha costado la lucha de muchos pueblos durante mucho tiempo. Nos negamos a renunciar en tan poco tiempo a nuestros legítimos derechos, cuando ni siquiera tenemos la culpa, ni la entendemos. Y sobre todo, porque aún somos jóvenes, aún debemos creer que vamos a cambiar el mundo, aún sabemos que son las minorías las que cambian el curso de la Historia. Y como los tunecinos y los egipcios, aún podemos demostrarle al mundo que están equivocados, que no estamos muertos ni perdidos, que no somos pasivos, que queremos que la democracia sea real, y vamos a conseguirlo, una vez más. Como las anteriores, nunca fue fácil.

Ya estamos indignados, ya hemos aparcado las obsoletas luchas ideológicas y estamos juntos, juntos por un sistema democrático auténtico. Ahora toca manifestarnos pacíficamente y girar el mundo, ¿te subes?

MANIFESTACIÓN 15/05/2011 DEMOCRACIA REAL YA

3 comentarios:

  1. Escribes muy bien se nota que vas a ser una fantástica periodista, espero que de en unas de tus crónicas se lea al fin, que este país a dado el paso hacía su libertad.

    Un saludo.

    www.ejercitodelalibertad.blogspot.com

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  2. Increíble!! voy a retwittear tu blog para ke rule por las redes sociales =)

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  3. Hola Esperanza, soy Adrián:

    Completamente de acuerdo con el análisis que has hecho. La verdad es que yo escribí algo muy parecido (http://objetividadnoexiste.blogspot.com/2011/04/pues-eso-indignemonos.html). Me voy dando cuenta de que somos muchos los que estamos indignados.

    Enhorabuena por el blog.

    un saludo.

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